Para empezar esta entrada no es acerca de la crisis, ni de los trabajadores ni sobre el sistema capitalista. No. Es una reflexión de OTRA parte del pensamiento de Marx, que las tenía. Me ha surgido viendo los estados vacacionales del Tuenti. Es acerca de la transposición de los valores que se ha dado en la sociedad moderna.
Esta transustanciación consiste en tomar aquello que es menos humano y más animal como aquello que nos da mayor satisfacción y placer. Es frecuente leer estados y entradas en los que la gente se plantea el verano como una sucesión de juergas desenfrenadas sin apenas momentos de respiro, una continua orgía de sexo, drogas y rock&roll. En esos momentos de descanso y relajación, existen ciertas actividades que son sistemáticamente repudiadas y vilipendiadas, siempre como "lo que no hay que hacer". Tales actividades suelen ser leer un libro, escribir... y pensar. En esta época estival parece que los cerebros se desenchufan, que los intensos pensamientos del año (JA JA) han causado que el verano sea un momento para descansar el cerebro. Y entonces yo me pregunto ¿Qué actividad lúdica es la más propia del ser humano sino el pensamiento, la reflexión metafísica o mundana, el cavilar acerca del estado de las cosas, del universo y del sexo de los ángeles? La respuesta, desde luego, no son las orgías.