El humo se levanta, perezoso, y flota como un reflejo de mi consciencia. Hace poco que desperté en mi cama de hospital, dolorido, entubado, conectado a una máquina. Me toco la venda de la cabeza distraídamente. Al final tuve suerte, me dicen todos los que pasan por la habitación. Me da igual, ni siquiera los veo, son sombras que compiten por captar mi atención durante unos instantes. Veo las cosas con mucha más perspectiva. En cuanto salga del hospital seré otro. He dejado de lado a esta sociedad y a su estúpida moralidad. Que me llamen inadaptado, tanto mejor, adoptaré el título como mi nueva definición. Veremos quien es mejor, su sociedad putrefacta con sus normas o yo, con mi nueva decisión, mi nuevo punto de vista. Haré saltar por los aires su hipócrita superficialidad. Ja, dirán que estoy loco, pero es obvio que no. Tengo un propósito, una razón de ser que protege mi cordura. Ellos son los que están locos, los que no ven más allá de sus inútiles sueños de hormiguitas, todo el día esclavizados. Voy a liberarles, como me he liberado yo. Les abriré los ojos y se humillarán ante mí. Jajajajaja...


P.D. Parece que acabar con puntos suspensivos se está convirtiendo en una extraña costumbre. En fin, que más da, si esto no lo lee nadie...

P.P.D Ahí están de nuevo esos malditos puntos suspensivos...

1 comentario:

  1. Esto si lo lee alguien que lo disfruta aunque piense que las ecuaciones no son putas

    ResponderEliminar